Todo
artista necesita una inspiración. Una musa o un sentimiento
que les haga brotar eso que llevan dentro. Una emoción que les
haga vibrar y recordar quienes son y en qué creen.
Hoy
es uno de esos días, una de esas noches en las que algo me
inspira y necesito escribirlo. Escribir es lo que me pide el cuerpo
cada vez que siento esta inspiración o este cúmulo de
sentimientos. No me pide pintar, no me pide cantar; me pide escribir.
Hoy
es uno de esos días normales, incluso, bajo la mirada de
algunas personas se le podría llamar aburrido o simple. Hoy es
uno de esos días, que, al igual que todos, solo tienen 24
horas, pero te da la sensación de que has crecido como persona
y has aprendido algo nuevo, y parece como si hubieses avanzado unos
cuantos pasos adelante.
Hoy
me he dado cuenta de que tenemos que estar agradecidos por todo lo
que nos pasa y todo lo que tenemos. Me he dado cuenta del valor que
tiene la amistad, cuando esta es de verdad y te lo demuestran. Me he
dado cuenta que el amor te da felicidad, y tener alguien a tu lado
que te quiere por quien eres, ya sea tu pareja, tu familia o tus
amigos, es algo muy valioso que a veces olvidamos agradecer. Me he
dado cuenta de que mi familia me ha dado todo lo que ellos han podido
conseguir con mucho sacrificio para que hoy yo pueda labrarme un
futuro y tener más oportunidades de las que ellos jamás
tuvieron. Me he dado cuenta de que me han criado de una forma en la
que el éxito se basa en dejar tu huella hacia un mundo mejor
cuando te vayas y en ayudar a los demás, y no en tener los
bolsillos llenos de dinero. Me he convencido aún más de
que en las pequeñas cosas es donde se halla lo grande; en un
gesto, en una frase que te puede alegrar el día, en un
discurso que te puede dar esperanza, en las palabras de un amigo, en
la mirada fija de tu perro o gato, que sin hablar, te dice muchas
cosas.
Hoy
me he dado cuenta de que el mundo sí puede cambiar a mejor, y
ya sé cual es el camino. Hay gente además de mi que lo
ha visto, incluso gente que puede cambiar el mundo
significativamente, personas como Barack Obama que puede volver a ser
presidente de uno de los países más influyentes del
mundo. Cuando oigo su discurso y el de su mujer, y las historias que
cuentan de sus familias me recuerdan a la mía, me doy cuenta
de que con gente como él al mando el mundo sí que puede
cambiar. Porque los discursos de la familia Obama me emocionan, y eso
es porque me ilusiona pensar que lo que prometen y en lo que yo
también creo,puede hacerse realidad.
Hoy
es uno de esos días en los que ves la esencia y el fondo de
las personas, de la humanidad. No sé si saben a lo que me
refiero. Uno de esos días en los que a pesar de saber que
existen guerras, y a pesar de saber todas las personas que otras
personas han matado y la crueldad de algunos locos, sabes que en el
fondo el ser humano es generoso. Y sabes que individualmente no somos
nadie, que el mundo es una comunidad y debemos hacer las cosas
pensando en los demás, y por el bien de los demás, y no
solo por el nuestro. En el fondo, el ser humano tiene buen corazón,
y te das cuenta de ello cuando pasan catástrofes naturales y
la gente se ayuda. Ante la debilidad todos nos volvemos más
iguales, aunque sea por necesidad.
Hoy
es uno de esos días en los que me voy a la cama sonriendo, sin
razón alguna, y por todas las razones a la vez. Uno de esos
días en los que recuperas la ilusión de pensar que las
cosas si que pueden mejorar, y sabes que lo harán. Uno de esos
días en los que estás inspirada y necesitas contárselo
al mundo. Uno de esos días en los que sueñas, suspiras,
sonríes, y notas que estás creciendo, y que llegará
el día en que crezcas hasta convertirte en la persona que
deseas ser.